El reto del centro como tesis doctoral
2667
post-template-default,single,single-post,postid-2667,single-format-standard,qode-restaurant-1.1.1,stockholm-core-1.0.7,tribe-no-js,select-child-theme-ver-1.1,select-theme-ver-5.1.8,ajax_fade,page_not_loaded, vertical_menu_transparency vertical_menu_transparency_on,fs-menu-animation-underline,side_area_over_content,wpb-js-composer js-comp-ver-6.0.5,vc_responsive

El reto del centro como tesis doctoral

Irene Luque es una joven arquitecta jerezana y creció «en los bordes de intramuros». Jerez es su casa, aunque hoy viva en Amsterdam desarrollando su tesis doctoral. Pero siempre con Jerez en la mente. Y no es una forma de hablar. Porque su trabajo versa sobre la situación de despoblación del casco histórico. Y por ese trabajo, desarrollado a medias con su compañero Jorge Izquierdo en ‘Infusiones urbanas’, ya ha sido galardonada con al mejor artículo académico en el Congreso de Aesop Young Academic celebrado en Munich este mes de abril. Ya en 2012, Emuvijesa se interesó por sus ideas y comenzó a trabajar en base a ellas, aunque tan sólo se dieron los primeros pasos. Por entonces, Luque colaboró con uno de los mejores conocedores del desarrollo urbano de Jerez, Manuel Ángel González Fustegueras y su estudio ‘Territorio y Ciudad, al que Luque agradece su apoyo.

 

Su trabajo a día de hoy consiste en poner en práctica procesos más colaborativos de planificación urbana, apoyada en herramientas tecnológicas e incluso en inteligencia artificial que proponga modelos de ciudad en los que se cuente con los ciudadanos, asociaciones, comerciantes e instituciones más allá de los procesos de participación que se basan en simples encuestas sobre decisiones menores de cómo será una ciudad.

 

«La nuestra es una respuesta que rompe con los patrones de los últimos 30 años de intervención en el área y que desembocaría en un cambio de tendencia positivo», explica Luque, quien opina que «el plan vigente de Jerez (el PGOU) no sirve, es obsoleto, y en 30 años sólo se han hecho modificaciones puntuales. Ahora más que nunca vemos lo alejado que está dicho plan de la realidad y de los ciudadanos, porque aunque nación para proteger, sólo se mantiene la degradación del centro y porque está despoblado. La gente le ha dado la espalda por su ausencia de atractivo». El proceso que estudia hoy en Amsterdam y que trató de poner en marcha en Jerez «se sintetiza con el siguiente lema: ‘Diagnosticar para conocer, conocer para compartir y compartir para actuar'». Significa «una renovación en el modo de hacer urbanismo en el que las personas son el foco de toda acción pública». Lo que Aesop ha premiado es «el uso innovador de las tecnologías en la planificación urbanística. Con las tecnologías hay mayor eficacia y conocimiento de la complejidad urbana. Esto, combinado con los procesos colaborativos, genera una mayor aproximación a las personas», enfatiza.

 

Jorge Izquierdo ilustra el cambio de paradigma con estas palabras: «Es como empezar a pensar la ciudad juntos, como un grupo, como pensar la ciudad con los ciudadanos y limitarlos a una única encuesta sobre si les gustan los bancos de color verde o azul. Se trata de construir la ciudad colectivamente». Izquierdo es un barcelonés criado en Sevilla que también se encuentra en Holanda, en un estudio de arquitectura trabajando, pero su inmersión para el proyecto desarrollado desde ‘Infusiones Urbanas’ le absorbió tanto que «siento que he crecido en intramuros, jugando a la pelota en la plaza del Mercado». Y su desilusión respecto a que no saliera bien ese estudio para abordar un cambio que redinamizara el centro de Jerez le lleva a ser tajante: «Los ciudadanos se ilusionaron por cambiar las cosas, pero los vientos de las instituciones cambian. Hicimos muchos esfuerzos para concienciar del ámbito ‘Redejetas’ (una iniciativa cultural que, por ejemplo, propone el uso de azoteas para eventos culturales), con el proceso de participación, pero a pesar de ello faltaba voluntad para darle continuidad y los proyectos políticos muchas veces se centran sólo en la foto o son cortoplacistas».

 

«Intramuros necesita un plan que surja de la puesta en común de los actores principales», remacha Luque. «Del camino en común que se recorra se llegará a un resultado que será único, propio, un resultado que ilusione a todos». En base al premio otorgado por Aesop parece que se puede hacer. Aunque sea, como en muchos casos de jóvenes con miles de ideas, a miles de kilómetros de su ciudad.