La crisis ha roto la confianza entre empresas constructoras
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La crisis ha roto la confianza entre empresas constructoras

La polémica surgió la pasada semana, cuando el secretario general de la FAEC, que integra a las empresas de la construcción de la provincia, dijo públicamente que hacía falta mano de obra para trabajar en el sector de la construcción en la actualidad. Tanto los sindicatos como la propia Delegación Territorial de Empleo han negado durante los últimos días que fuese así, e incluso retaron a los empresarios a que demostrasen su polémica afirmación.

 

Quien ha dado la última pista al respecto ha sido el arquitecto y urbanista, Manuel Ángel González Fustegueras, quien se ha dirigido a otros representantes del sector para conocer más de cerca la situación. Para empezar, “me dicen que es verdad, pero con matices”. Y esos matices tienen que ver con la “falta de confianza en el sector. La crisis ha destruido la confianza entre las propias empresas porque la crisis han destruido a muchas de las empresas que se encargaban de dar esa mano de obra”.

 

González Fustegueras argumentaba su explicación esta semana en el espacio El templete, de Ondaluz Jerez TV, donde apuntaba que esas pequeñas empresas que antes surtían a otras más grandes de mano de obra, “prefieren dedicarse ahora a obras pequeñas o tener poco trabajo, antes que optar a grandes obras con grandes empresas y después no cobrar, que fue lo que llevó a la ruina a muchas de ellas”.

 

“Las empresas -prosigue Fustegueras- no se fían ya de los que tienen que contratar, porque los dejaron tirados cuando llegó la crisis”, de ahí el problema de muchas empresas a la hora de encontrar mano de obra.

 

En cualquier caso, ve al sector aún lejos de su mejor momento. “Sí hay un nuevo boom en zonas del litoral y en alguna capital de provincia, pero no en los demás sitios”. Entre esos sitios se encuentra Jerez, la ciudad que ayudó a transformar durante su etapa como delegado de Urbanismo junto a Pedro Pacheco, y para la que da algunas claves de cara a su gran asignatura pendiente, la recuperación y repoblación del centro histórico.

 

“Hacen falta recursos para lograrlo, pero los recursos no son solo económicos, también lo son de tipo de administrativo”, para lo que puso de ejemplo la importancia del buen funcionamiento del registro de solares, “porque es el que tiene que activar el suelo del centro histórico”, así como criticó a los dueños de los inmuebles que se encuentran abandonados.

 

Para resolver este tipo de situaciones considera que hay tres iniciativas fundamentales para encauzar la situación: “Usar mecanismos administrativos para poner en el mercado los solares existentes y retenidos por la especulación; destinar fondos públicos a la recuperación del centro -con mención expresa a los fondos ITI-, y ponerle mucho cariño a lo que se pretenda hacer”.

 

Dentro de los planes del gobierno local actual de cara a la recuperación del centro se encuentra el proyecto de la Plaza Belén. A este respecto, Fustegueras señala que “concentrar energías para recuperar un espacio degradado, hay que aplaudirlo”, aunque de la misma forma admitió que el diseño le parecía “feo. Las farolas son horrorosas”. En cualquier caso, considera que la clave estará en saber dotarlo de contenido “o será un fracaso”.

 

“Avanzaría en una mayor peatonalización”

González Fustegueras vive en Jerez y admitió que “no le pongo pegas, está bien. Hace falta más atención a los servicios públicos, básicamente”, aunque en su opinión “avanzaría en la peatonalización, porque es una ciudad que se recorre a pie fácilmente, y ampliaría el carril bici a la calle Porvera, así como eliminaría su uso compartido”. Con respecto al transporte público, lamentó que no exista en la ciudad un carril reservado para el autobús y el taxi, ya que “así no se puede competir ni mejorar la calidad del servicio. Las dos cosas no son compatibles: o damos más prioridad al transporte público o los autobuses seguirán sin poder mejorar los horarios de paso”.

 

El prestigioso urbanista también admitió que en Jerez pasa lo mismo que en muchas otras ciudades: “Cuando a uno le toca hablar de su barrio, todo está fatal, pero si hablamos de la ciudad en su conjunto es maravillosa, porque en líneas generales está bien”.