Estamos trabajando en la asesoría de la “Estrategia de Resiliencia” del Departamento de Montevideo, un proyecto con que dar respuesta a un cambio de época con múltiples transformaciones y desafíos donde destaca especialmente el crecimiento sin precedentes de la urbanización. Ante la incertidumbre global, pretenden construirse oportunidades que garanticen a sus habitantes, el ejercicio pleno de sus derechos, a partir de la tolerancia, la solidaridad y el respeto a la diversidad en todas sus expresiones. Este trabajo busca garantizar el cumplimiento de la Nueva Agenda Urbana y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Montevideo, que acumula el 50% de la población del Uruguay y es el principal puerto del país, cuenta con una posición geopolítica, económica y cultural estratégica en la región. Es por ello que su capacidad de resiliencia adquiere una relevancia fundamental, no solo a escala local, sino también en el contexto nacional e incluso regional.
Durante la evaluación preliminar de resiliencia se hizo una identificación colectiva de los impactos agudos y las tensiones crónicas más relevantes para la ciudad, basado en estudio de percepciones y análisis de datos estadísticos disponibles en estudios preexistentes. En conjunto, se han establecidos objetivos a resolver sobre 6 desafíos:
Desafío 1: Expansión del área urbana y modelo de desarrollo territorial. El crecimiento innecesario de la trama urbana, que obliga a mantener bajas densidades residenciales, no solo implica un uso ineficiente de los activos del territorio urbano y un encarecimiento considerable del suelo urbano que limita el acceso al mismo por gran parte de la población, sino que también implica una presión innecesaria sobre los recursos naturales y las actividades rurales tradicionales, generando conflictos de uso del suelo, especialmente en la interfaz urbano-rural.
Desafío 2: Inequidad social, económica y territorial. La segregación socio-territorial implica la producción de localizaciones con homogeneidad social interna y escasa interacción social entre ellas, caracterizadas por fuertes asimetrías en sus calidades urbanas y las posibilidades de accesibilidad de sus habitantes a los recursos de la ciudad.
Desafío 3: Movilidad y transporte. El aumento del parque automotor y la expansión urbana han generando una mayor dependencia de los desplazamientos individuales y una presión importante en el funcionamiento del transporte público colectivo.
Desafío 4: Sostenibilidad ambiental y gestión de residuos. Las dinámicas de expansión urbana, con especial incidencia en el caso de los asentamiento irregulares, han generado diversas problemáticas y conflictos ambientales. La gestión de los residuos es uno de los aspectos donde el análisis de percepción realizado refleja la sensibilidad de los montevideanos, fundamentalmente porque está asociada a la contaminación de los recursos hídricos del departamento.
Desafío 5: Cambio climático territorios costeros y gestión del riesgo. La costa sobre el Río de la Plata es de gran importancia para todos los montevideanos, no solo por su valor simbólico, como principal espacio democrático de convivencia, sino también por su relevancia económica. La continua afectación por eventos climáticos extremos ha conducido a pérdidas de arena de sus playas, cambios en su dinámica costera con afectación de sus principales ecosistemas marinos y terrestres, y aumento del riesgo de afectación de infraestructuras estratégicas localizadas en la costa y de un importante stock de viviendas. Los principales cursos de agua urbanos (arroyos Pantanoso, Miguelete y Carrasco) también se ven afectados por los efectos de la variabilidad climática, especialmente la frecuencia e intensidad de las precipitaciones, cuyo impacto aumenta como consecuencia del desarrollo urbano no controlado en áreas potencialmente inundables.
Desafío emergente: Transformación de la matriz productiva. La transformación de la matriz productiva es una de las cinco dimensiones priorizadas en el proceso nacional de construcción de la Estrategia Nacional de Desarrollo Uruguay 2050. Para dar marco a este desafío nacional, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto de la Presidencia de la República ha desarrollado un estudio prospectivo para aportar elementos para la reflexión social y para el diseño de políticas públicas en torno a la temática. Este estudio reconoce el surgimiento de una sexta revolución tecnológica (basada en la revolución digital) aplicada a las energías renovables, la biotecnología y la nanotecnología, y caracterizada por el desarrollo sustentable y el impulso de la economía circular.
La Estrategia de Resiliencia de Montevideo se organiza en 4 pilares o lineamientos estratégicos,14 objetivos específicos con 45 acciones. Son:
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Para Montevideo conectado y dinámico: A.1. Controlar la expansión urbana promoviendo el máximo aprovechamiento de las áreas consolidadas y la revitalización de las áreas centrales precarizadas. A.2. Privilegiar el uso del espacio público para el transporte colectivo y activo por sobre el vehículo motorizado individual. A.3. Impulsar la transformación de la matriz energética en la movilidad urbana.
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Para Montevideo inclusivo y solidario: B.1. Revertir la segregación socio-territorial y garantizar el acceso al derecho a la ciudad. B.2. Profundizar la dimensión cultural del desarrollo como motor de integración, equidad y reconocimiento de la diversidad de todos los habitantes. B.3 Fortalecer el espacio público como ámbito para la integración social, la seguridad ciudadana y la convivencia. B.4. Potenciar mecanismos de participación y decisión, transparentes, efectivos e innovadores.
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Para Montevideo innovador y co-creativo: C.1. Promover un modelo de desarrollo que privilegie la economía circular, social y solidaria. C.2. Impulsar la creatividad individual y colectiva como motor de innovación y desarrollo de sectores de la economía basados en el conocimiento, la cultura y las nuevas tecnologías. C.3. Posicionar a Montevideo como una ciudad atractiva y abierta, poniendo en valor su patrimonio cultural, social y natural.
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Para Montevideo comprometido y preparado. D.1. Instalar una gestión ambiental que incorpore el enfoque ecosistémico y de manejo de cuencas. D.2. Reducir el impacto de los residuos sólidos en el ambiente mediante la incorporación de nuevos modelos de gestión y las mejores tecnologías disponibles. D.3. Valorizar el territorio rural, promoviendo el aprovechamiento responsable de sus servicios ambientales y el reconocimiento de la complementariedad urbano-rural. D.4. Fortalecer el compromiso ciudadano con el cuidado del ambiente y mejorar sus capacidades para entender, prevenir y dar respuesta a situaciones de riesgo, bajo una perspectiva de resiliencia.
Se proyectan 3 procesos estratégicos, denominados “laboratorios de resiliencia”, el primero sobre la Transformación de la cuenca del arroyo Pantanoso en particular, el segundo sobre gestión integral del territorio costero y el tercero sobre planificación para la gestión integral de riesgo.